En esta ocasión, y ya van 23 salidas, tocaba la dura subida del
Puig de la
Creu y ejercía de guia nada más ni nada menos que nuestro querido amigo
Valdi. No faltaron los incondicionales Pepe, Pedro
Oli, Pablo y
Rodri. Este último se perdió lo mejor, el desayuno, pero ya se sabe que las
obligaciones familiares son para cumplirlas. Como el buen tiempo parece que ya se ha quedado con nosotros, los muchachos han sudado para llegar hasta arriba donde no ha faltado la típica foto. La subida se ha hecho dura y larga, salvo para el amigo Pablo, que está que se sale y de un "
sobrao" insultante. Como siga así se va a tener que cambiar a un grupo de profesionales, que a nosotros nos liquida.

Después se han dirigido a la hípica de Castellar donde con buen humor y mejor apetito han repuesto sus fuerzas.
Afortunadamente todo ha transcurrido con normalidad y han llegado sanos y
salvos a casa.
Yo, como otros muchos, he aprovechado el puente para visitar la playa y ponerme moreno, que cuando veo las
patillas tan blancas que tenemos me da vergüenza, pero en la próxima no fallo.

Nos vemos encima de la
bici.
Manolo
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